Uno de nuestros lectores nos preguntó:
¿Cuál es la relación real de las olas de calor y el aumento de la contaminación en el aire específicamente con el CO2?
Pedimos la ayuda de la periodista Johani Ponce para poder contestar la pregunta. Aquí está su respuesta:
En los últimos años, las olas de calor han aumentado tanto en frecuencia como en intensidad, afectando la vida cotidiana de millones de personas alrededor del mundo. Estas temperaturas extremas traen consigo problemas de salud, como golpes de calor y deshidratación.
Las olas de calor tienen un efecto directo en la calidad del aire, exacerbando la contaminación en las ciudades y zonas urbanas. Si bien el CO2 no es el único responsable del deterioro de la calidad del aire, su papel como gas de efecto invernadero es crucial.
Un estudio de la Organización Mundial de la Salud de 2022 destacó que las olas de calor y la mala calidad del aire son responsables de miles de muertes prematuras en todo el mundo.
CO2, olas de calor y la salud pública
A pesar de que el CO2 en sí no es tóxico a niveles presentes en la atmósfera, su acumulación contribuye al aumento de las olas de calor, las cuales agravan otros tipos de contaminación del aire. Por ejemplo, los compuestos orgánicos volátiles y los óxidos de nitrógeno liberados por vehículos y fábricas reaccionan más rápidamente bajo el calor, produciendo mayores niveles de ozono y smog. Esto da lugar a condiciones atmosféricas que afectan directamente a la salud humana, especialmente en poblaciones vulnerables como ancianos, niños y personas con enfermedades respiratorias.
El aumento del calor favorece la formación de ozono troposférico, un tipo de ozono que se encuentra en las capas más bajas de la atmósfera, cerca de la superficie terrestre. Este ozono es un contaminante peligroso porque puede irritar los pulmones, dificultar la respiración y empeorar enfermedades respiratorias como el asma. Además, el calor también aumenta el uso de energía, lo que genera más emisiones de CO2 y otros contaminantes del aire.
El efecto amplificador del calor en la contaminación del aire
Algunos contaminantes del aire que aumentan con el calor incluyen liberados por vehículos y fábricas, reaccionan con la luz solar para formar ozono troposférico, perjudicial para la salud. Las partículas finas (PM2.5), generadas por vehículos, fábricas e incendios, empeoran problemas respiratorios y cardiovasculares.
Un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático concluye que la transición hacia fuentes de energía limpias es crucial para reducir las emisiones de CO2 y frenar los efectos del cambio climático, incluida la exacerbación de las olas de calor.
Un ciclo vicioso
El calor aumenta el uso de energía principalmente por el aumento en la demanda de sistemas de refrigeración, como los aires acondicionados y ventiladores. Durante las olas de calor, las personas tienden a usar más electricidad para mantener sus hogares y lugares de trabajo cómodos. Además, el calor extremo también puede incrementar el consumo de energía en otros sectores, como la industria, ya que los sistemas de refrigeración en fábricas requieren más energía para operar bajo temperaturas elevadas.
El dióxido de carbono contribuye al calentamiento global al retener el calor en la atmósfera, lo que genera temperaturas más elevadas que, a su vez, potencian las olas de calor. Este ciclo peligroso tiene múltiples consecuencias.
El aumento de CO2 en la atmósfera está directamente relacionado con el aumento de temperaturas globales, lo que contribuye a una mayor frecuencia de fenómenos climáticos extremos, incluidas las olas de calor.
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