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El Año Nuevo comenzó con uno de los incendios forestales más terribles de la historia: una tormenta de fuego en el área metropolitana de Los Ángeles que ha causado la muerte de al menos cinco personas y ha reducido miles de viviendas a cenizas. Dos grandes incendios de más de 10.000 acres -el de Palisades al oeste y el de Eaton al norte – se intensificaron debido a la extrema sequía y a los vientos de Santa Ana con ráfagas de hasta 100 mph.
El climatólogo Daniel Swain declaró a CNN que el incendio de Pacific Palisades podría convertirse en el incendio forestal más costoso de la historia, y expresó su expectativa de que los fuegos que azotan la región, en su conjunto, superen cualquier otro en términos de pérdidas económicas. Según la NOAA, la temporada de incendios forestales más cara hasta la fecha (ajustada a dólares de 2024, para tener en cuenta la inflación) fue la de 2018, con pérdidas de 30.000 millones de dólares, debido sobre todo a los devastadores incendios en California. Entre ellos se destacó el del Camp Fire de noviembre, que destruyó Paradise, California, dejó 85 muertos y arrasó con más de 18.800 edificios. Ese incendio causó unos 12.500 millones de dólares en daños, lo que lo convirtió en el más costoso de la historia.
El rol del cambio climático en los incendios
La principal forma en que el cambio climático empeora los incendios forestales es secando la vegetación. El calor prolongado convierte los bosques y pastizales en material inflamable, lo que provoca fuegos más rápidos e intensos. En el caso de los incendios de esta semana, el crecimiento de la vegetación a principios de 2024 se vio favorecido por un invierno más húmedo de lo normal en el sur de California. Sin embargo, el verano de 2024 ha sido el más caluroso nunca antes registrado en California. La combinación de este calor récord y una sequía intensa hizo que la abundante vegetación que creció durante el invierno se secara. Además, la temporada de lluvias del sur de California, que comienza de octubre o noviembre, se retrasó, y para enero de 2025 ya estaban dadas las condiciones para una sequía severa (Fig. 1).
En un correo electrónico el científico del clima Daniel Swain ofreció estas ideas sobre la conexión entre el cambio climático y los incendios forestales en California:
La temporada de incendios en California ya se ha alargado considerablemente debido al calentamiento del clima. Además, ha aumentado la superposición entre la “temporada de vegetación críticamente seca” y la “temporada de vientos de costa” (octubre-enero). Hay pocas pruebas de que el cambio climático afecte a los vientos de Santa Ana en sí, pero hay pruebas sólidas de que el cambio climático ha aumentado considerablemente la ocurrencia de condiciones del clima propenso a incendios en el sur de California en otoño y a principios del invierno (Goss et al. 2020, El cambio climático está aumentando la probabilidad de condiciones extremas de incendios forestales en otoño en toda California). El cambio climático también ha aumentado la superposición estacional de condiciones secas/vientos (Swain 2019), y hay evidencias de que un mayor calentamiento aumentará las transiciones de “latigazo hidroclimático” de húmedo a seco (que dan lugar a un crecimiento abundante de la vegetación y luego a una sequía posterior; véase mi nuevo artículo, Volatilidad hidroclimática en una Tierra que se calienta). Además, se espera que la precipitación durante la “temporada intermedia” de California (otoño y primavera) disminuya con el calentamiento, lo que sumará a los efectos del aumento de las temperaturas y a la creciente demanda evaporativa (secado de la vegetación) durante prácticamente todo el año.El promedio mundial de los latigazos subestacionales e interanuales ha aumentado un 31-66% y un 8-31% desde mediados del siglo XX.
Hay otras dos formas importantes en las que una estación seca más larga debida al cambio climático empeora los incendios forestales:
- La escasez de agua a causa de sequías más intensas dificulta las labores de extinción y recuperación.
- Hay menos días seguros para realizar quemas controladas, lo que dificulta reducir las cargas de combustible en áreas vulnerables antes de que comience la temporada de incendios.
Según un estudio de 2023, entre 1971 y 2021, el cambio climático provocado por el hombre contribuyó a un aumento del +172% de las zonas quemadas en California, con un aumento del +320% entre 1996 y 2021. En las próximas décadas, se prevé un nuevo aumento de las zonas forestales quemadas anuales, que oscilará entre el 3% y el 52%.
Comparación de los fuertes vientos de Santa Ana de 2025 y 2011
Los incendios de esta semana fueron provocados por los intensos vientos de Santa Ana. El miércoles, 8 de enero, al menos 32 estaciones en el área de Los Ángeles registraron ráfagas de al menos 70 mph, inclusive una de éstas alcanzó las 100 mph en Mt. Lukens Truck Trail, a unas 20 millas al norte de Los Ángeles. El último evento de fuertes vientos de Santa Ana similar ocurrió hace más de 13 años, del 30 de noviembre al 1 de diciembre de 2011. En esa ocasión, las ráfagas sobrepasaron las 70 mph derribando miles de árboles y dejando a 200.000 hogares sin electricidad mayormente en los suburbios de Altadena y Pasadena, al norte de Los Ángeles. Whitaker Peak (4.120 pies de altitud), situado a unos 50 millas al noroeste de Los Ángeles, registró una ráfaga de 97 mph.
Afortunadamente, los vientos de Santa Ana de 2011 no provocaron grandes incendios forestales. Esto se debió en gran parte a que en ese momento Los Ángeles no sufría de sequía. Pero en el caso del evento de 2025, la sequía era intensa (Fig. 1).
Los peligrosos incendios continuarán la semana que viene
No se vislumbra un final inmediato para las condiciones de sequía extrema y los períodos de fuertes vientos de Santa Ana que azotan la costa del sur de California. Los vientos más intensos del miércoles han disminuido, pero el patrón general, un alza en la presión en los niveles altos sobre el Pacífico oriental, y una corriente de energía que se desplaza hacia el sur a través de California, empujando los vientos cuesta abajo y hacia el mar, se mantendrá en su lugar hasta bien entrada la próxima semana. Esto no solo mantendrá cerrada la puerta a cualquier precipitación importante, sino que también dificultará la lucha contra los incendios en curso y la atención a los nuevos incendios.
Según el Centro de Predicción de Tormentas del Servicio Meteorológico Nacional, se prevé que las condiciones meteorológicas críticas para los incendios se mantengan en la costa del sur de California hasta este viernes. Los vientos podrían alcanzar ráfagas de 20 a 30 mph en los valles y de 40 a 60 mph en las zonas más elevadas. Después de una breve pausa, se espera otro azote de fuertes vientos del norte al noreste este fin de semana, y una configuración más severa de vientos de Santa Ana podría desarrollarse el lunes y el martes. Los meteorólogos de la oficina del Servicio Meteorológico Nacional para el área de Los Ángeles ya estaban tomando nota de la configuración de la próxima semana en una conversación sobre el pronóstico el jueves:
“Esto sería preocupante ya que probablemente no se esperan lluvias y el periodo del martes por la noche al miércoles será el cuarto evento en este trecho. Existe una gran preocupación de que las condiciones meteorológicas que causan incendios puedan exacerbarse dadas las condiciones precedentes, poca lluvia en toda la zona desde la primavera de 2024, y otro evento de vientos de alta mar encima de todo lo que ya hemos visto hasta ahora. Se insta a los residentes a permanecer atentos a la información más reciente y permanecer vigilantes en cuanto a las medidas para proteger su vida y propiedad”.